La cirugía del pie es la herramienta con la que contamos para corregir las deformidades del pie que provocan dolor y limitación funcional en el paciente, buscando una solución definitiva para sus problemas.
Las intervenciones que realizamos en el pie las dividiremos en procedimientos de cirugía menor en consulta y procedimientos de cirugía mayor ambulatoria, que realizaremos en nuestros centros hospitalarios de referencia.
Estamos especializados en cirugía osteoarticular como, por ejemplo:
Nuestro objetivo es dar al paciente la máxima funcionalidad que sea posible, manteniendo una imagen estética favorable, por lo que cada procedimiento se diseña teniendo en cuenta las necesidades del paciente.
El Hallux Abductus Valgus también conocido como juanete es una deformidad ósea en la articulación metatarsofalángica del primer dedo del pie que se caracteriza por la formación de una protuberancia ósea (bunion) y que provoca dolor que empeora al caminar.
También puede aparecer inflamación y enrojecimiento en la zona debido al roce con el calzado. Es más frecuente en mujeres por el uso de tacón y zapatos demasiado estrechos.
No existe una causa exacta que determine su aparición, pero sí existen una serie de factores predisponentes:
La metatarsalgia es el dolor que se produce en la zona inmediatamente debajo de los dedos, normalmente asociado a la aparición de durezas en la zona y que se relaciona con un aumento de la presión provocada por distintas causas. Este dolor aparece sobre todo en la última fase de la marcha al levantar el talón del suelo o cuando caminamos de puntillas o descalzos.
Este dolor puede ser punzante, con sensación de quemazón o eléctrico y cada tipo de dolor se relaciona con una alteración diferente.
Esta alteración puede tener causas diferentes como pueden ser el aumento de la actividad física, deformaciones digitales en los dedos o el uso de calzado inadecuado como puede ser un zapato muy estrecho o con tacón excesivo.
EL tratamiento variará en gran medida dependiendo de cuál sea la causa del problema, aunque podemos destacar la adaptación de soportes plantares a medida, la prescripción de zapato adecuado, la infiltración de la zona dañada o en los casos en los que está provocado por una deformación del dedo, la corrección quirúrgica.
El dedo en garra es una deformación de los dedos que ocurre cuando pierden su forma recta y alineada a causa de un desequilibrio de la musculatura. Si este desequilibrio no se corrige, acabará provocando la deformación rígida.
Las causas que desarrollan esta patología pueden ser de origen congénito, neurológico, muscular, articular o debido a alteraciones biomecánicas.
Un pie cavo o un pie plano pueden dar lugar a diferentes variantes de los dedos en garra.
El uso de calzado inapropiado es el principal factor desencadenante de la deformidad como son un zapato de punta estrecha o tacón, por lo que el utilizar un zapato adecuado a nivel biomecánico es imprescindible para frenar la evolución.
Es una alteración más frecuente en hombres, secundaria a enfermedades articulares como la Gota, o a la práctica de deportes de impacto como el futbol. Se producen cambios degenerativos que producen un proceso artrítico en primer lugar y artrósico con el paso del tiempo.
Esta enfermedad se puede tratar antes de que se produzca la degeneración articular mediante soportes plantares, fisioterapia o tratamientos como la infiltración de ácido hialurónico o Plasma rico en factores de crecimiento (PRP), reservando el tratamiento quirúrgico para aquellos casos en los que estos fallan.
El atrapamiento del túnel del tarso se trata de un dolor muy característico de tipo calambre, quemazón o adormecimiento que a veces se acompaña de irradiación hacia la planta del pie.
Aumenta al caminar y puede intensificarse por la noche, disminuyendo con el reposo.
El túnel del tarso o túnel tarsiano es una zona anatómica que se encuentra en la zona interna del tobillo, por donde pasa un paquete vasculonervioso.
La compresión mantenida en el tiempo del nervio tibial de algunas de sus ramas a su paso por esa zona, justo debajo de un ligamento llamado retináculo flexor.
Esta compresión puede producirse por diferentes causas como son:
Para dar un diagnóstico definitivo la exploración clínica es fundamental, además de la realización de algunas pruebas complementarias como pueden ser el estudio mediante RMN, la ecografía o la realización de test en consulta como el test de supresión.
En lo referente al tratamiento, una vez que han fracasado las medidas conservadoras, en tratamiento de elección es la liberación del túnel tarsiano proximal y distal mediante cirugía ecoguiada o ultra-minimamente invasiva.
Mediante la realización de incisiones de 2 milímetros y bajo control ecográfico se liberan las estructuras que comprimen el nervio, consiguiendo una mejoría de los síntomas y acelerando la recuperación provocando un mínimo trauma a la zona.
El síntoma más característico de un neuroma es el dolor “eléctrico” o de “quemazón” que aumenta por la tarde, después de estar mucho tiempo de pie o cuando se utiliza un zapato de punta estrecha
Determinadas actividades que requieren ponerse de puntillas como el baile, el pádel o el uso de tacones aumentan ese dolor.
El diagnóstico de un neuroma vendrá dado por los test clínicos que se realizan en consulta, ya que hasta 1 de cada 3 casos pueden cursar sin alteraciones en las pruebas de imagen, aunque la ecografía y la resonancia magnética pueden ayudarnos en aquellos en los que la lesión tiene un volumen mayor.
La fascitis plantar es una inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido elástico que va desde el calcáneo (hueso localizado en el talón) hasta la zona metatarsal (debajo de los dedos).
Se caracteriza por un dolor matutino intenso que disminuye a lo largo del día y con el reposo. Es una patología bastante frecuente en deportistas y corredores. No obstante, también puede aparecer en personas que no practiquen deporte. Existen estudios que afirman que un 10 % de la población la puede padecer en algún momento de su vida.
Se encuentra una relación directa entre la fascitis plantar y el acortamiento de la musculatura posterior de la pierna, siendo común su aparición en mujeres que usan de forma continuada zapato de tacón.
En cuanto a la pisada y el tipo de pie, existe mayor posibilidad de sufrir esta patología en pies cavos, pies valgos y pies con tendencia a la pronación debido a un aumento de tensión por una disminución del apoyo.
Contamos con múltiples tratamientos para esta afección que variarán en función del tiempo de evolución. En la fase aguda puede controlarse con antiinflamatorios y ejercicios de fisioterapia además de un estudio de la pisada para valorar si hay relación con la forma de caminar del paciente. En caso de que exista relación se recomienda la realización de plantillas personalizadas para controlar el problema.
También puede recurrirse a la medicina regenerativa mediante la infiltración de plasma rico en factores de crecimiento (PRP) que acelere la cicatrización y la regeneración de los tejidos.
Cuando la fascitis plantar tiene un gran período de evolución y el tratamiento conservador ha fracasado sigue habiendo solución al problema gracias a los nuevos avances de la cirugía. Una de las opciones es la ecografía intervencionista, permite la liberación de la fascia de forma ecoguiada a través de cirugía mínimamente invasiva. Otra opción es llevar a cabo la intervención mediante cirugía percutánea o mínimamente invasiva con control fluoroscópico.
Con más de 15 años de experiencia en Podología, Fisioterapia y Nutrición, el trato personalizado y la constante actualización son clave para nosotros y lo ponemos en práctica cada día.
Ofrecemos al paciente un concepto de salud global que consideramos imprescindible.